LA APARICIÓN DEL HOMBRE DE MALDAD:

ITRODUCCIÓN
Muchos intentos se han hecho a lo largo de la historia para identificar al hombre de maldad (el «anticristo») con figuras históricas que tenían gran autoridad y trajeron desolación y devastación entre la gente sobre la tierra.
Muchos pensaron que los antiguos emperadores romanos Nerón y Domiciano, quienes persiguieron severamente a los cristianos, serían el anticristo. (Muchos emperadores romanos, incluyendo estos dos, decían ser deidades y exigieron que se les adorara.) En épocas más recientes comúnmente se consideró que Adolfo Hitler era el anticristo, como lo fue José Stalin.
Por otro lado, muchos protestantes desde la reforma, especialmente aquellos perseguidos por la iglesia católica, han pensado que uno u otro de los papas era el anticristo.
Pero todas estas identificaciones han probado ser falsas, y es probable que un «hombre de maldad» aún peor se levantará sobre la escena mundial y traerá sufrimientos sin paralelo y persecución, solo para que Jesús lo destruya cuando regrese.
Pero el mal perpetrado por muchos de estos gobernantes ha sido tan grande que, al menos mientras estuvieron en el poder, sería dificil estar seguros que el «hombre de maldad» mencionado en 2ª Tesalonicenses 2 aun no ha aparecido. 22 De nuevo otra vez, es poco probable pero posible que esta señal se haya cumplido.
NOTA: La dificultad en la posición de France se ve en el hecho de que debe tomar esta evidentemente muy clara predicción del regreso de Cristo a la tierra como una predicción de la destrucción del templo judío en 70 d.C. Él dice que Mt 24:30 habla de la «venida de Dios para recibir autoridad y vindicación:, y por lo tanto no indica un regreso de Cristo en la carne. Sino la vindicación de su autoridad «sobre el establecimiento judío que lo había rechazado» mientras la traducción del templo ocurre en 70 d.C. (ibid., p. 344).
Sin embargo, Juan dice: «Así como ustedes oyeron que el anticristo vendría, muchos son los anticristos que han surgido ya» (1 Jn 2:18), y habla del «anticristo» que «ya está en el mundo» (1ª Jn 4:3). Por lo tanto, aun si estos previos perseguidores de la iglesia no fueran el anticristo, muchos de ellos pueden haber sido perseguidores del último anticristo.
LA SALVACIÓN DE ISRAEL:
Con respecto a la salvación de Israel como un todo, se debe decir de nuevo que Romanos 9-11 parece indicar que habrá una aún futura reagrupación del pueblo judío en que este se volverá y aceptará a Jesús como su Mesías.
Pero no es seguro que Romanos 9-11 prediga esto, y muchos han alegado que no tendrá lugar ningún tipo de congregación ulterior del pueblo judío más allá de la que ya hemos visto a 10 largo de la historia de la iglesia, pues el propio Pablo se presenta como ejemplo primario de esta congregación (Ro 11: 1-2). Una vez más, es poco probable pero posible que esta señal ya se haya cumplido.
CONCLUSIÓN:
A excepción de las espectaculares señales en los cielos, es poco probable pero posible que estas señales ya se hayan cumplido. Por otra parte, la única señal que parece ciertamente que no ha ocurrido, el oscurecimiento del sol y la luna y la caída de las estrellas, podría ocurrir en el transcurso de unos pocos minutos, por eso parece apropiado decir que Cristo podría volver a cualquier hora del día o la noche. Es por lo tanto poco probable pero ciertamente posible que Cristo podría regresar en cualquier momento.
¿Pero le hace justicia esta posición a las advertencias que debemos estar preparados y que Cristo viene en el momento que no esperamos? ¿Se puede estar listos para algo que pensamos es poco probable que ocurra en el futuro cercano? Ciertamente sí. Todo el que lleva un cinturón de seguridad cuando maneja, o compra un seguro de automóvil, se prepara para un evento que él o ella piensa que es poco probable. De forma similar parece posible tomar con seriedad las advertencias de que Jesús podría venir cuando no lo esperamos, y no obstante decir que las señales que preceden su venida probablemente tendrán lugar en el futuro.
Esta posición ofrece beneficios espirituales positivos mientras buscamos vivir una vida cristiana en medio de un mundo que cambia velozmente. En el flujo y reflujo de la historia mundial, vemos de tiempo en tiempo acontecimientos que podrían ser la materialización final de algunas de estas señales. Ocurren, y entonces se esfuman.
Durante los días más negros de la Segunda Guerra Mundial, parecía muy posible que Hitler fuera el anticristo. En tiempos de persecución contra la iglesia, puede parecer más probable que los cristianos estén en medio de la gran tribulación.
Cuando escuchamos de terremotos y hambrunas y guerras, nos preguntamos si el regreso de Cristo no estará cerca. Entonces esos eventos se desvanecen y los líderes mundiales desaparecen de la escena, y la ola de eventos que llevan al fin de la era parece retroceder por un tiempo. Entonces una nueva ola de eventos irrumpe en la escena mundial, y de nuevo crecen nuestras expectativas del regreso de Cristo. Tras cada «ola» sucesiva de eventos, no sabemos cuál será la última.
Y esto es bueno, pues Dios no intenta que lo sepamos. Quiere que continuemos anhelando el regreso de Cristo y esperando que ocurra en cualquier momento. Es espiritualmente insano que digamos que sabemos que estas señales no han ocurrido, y parece estirar los límites de una interpretación creíble decir que sabemos que estas señales han ocurrido.
Pero parece encajar exactamente con el enfoque del Nuevo Testamento sobre el regreso de Cristo decir que no sabemos con certeza si estos eventos han ocurrido. Una exégesis responsable, estar a la espera de un regreso súbito de Cristo, y cierta medida de humildad en nuestro entendimiento, las tres cosas se preservan en esta posición.
Entonces, si Cristo regresa de pronto, no estaremos tentados a objetar que una u otra señal no ha ocurrido aún. Simplemente estaremos listos para darle la bienvenida cuando él aparezca. Y si todavía debe venir un gran sufrimiento, y si empezamos a ver una gran oposición al evangelio, un gran avivamiento entre el pueblo judío, un notable progreso en la predicación del evangelio a través del mundo, y aun señales espectaculares en los cielos, entonces no nos desalentaremos ni descorazonaremos, pues recordaremos las palabras de Jesús: «Cuando comiencen a suceder estas cosas, cobren ánimo y levanten la cabeza, porque se acerca su redención» (Lc 21: 28).
NOTA: Se podría argumentar que Pablo no quería que la iglesia de Tesalónica esperara que Cristo regresara en cualquier momento pues les escribe que «no pierdan la cabeza ni se alarmen por ciertas profecías ni por mensajes orales o escritos supuestamente nuestros que digan. ¡Ya llegó el día del Señoril, (2 Ts 2:3). Entonces sigue diciendo: «No se dejen engañar de ninguna manera porque primero tiene que llegar la rebelión contra Dios y manifestarse el hombre de maldad), (2ª Ts 2:3). Alguien podría preguntar sin Pablo no está razonando de esta manera:
Saben que e! hombre de maldad no ha aparecido todavía, por lo tanto, saben que Cristo no ha regresado aún. Y Cristo no vendrá hasta que este hombre de maldad aparezca en escena.
Pero se debe notar que Pablo no les dice a los tesalonicenses que Cristo no podría venir en cualquier momento.
Él no les dice que no estarán listos o que fracasarán a la hora de esperar el regreso de Cristo. Les dice simplemente que el regreso de Cristo no ha ocurrido todavía, lo cual es algo completamente diferente. Y la razón que ofrece no solo es el hecho que e! hombre de maldad debe aparecer primero, sino también que cuando Cristo vuelva derrotará a este hombre de maldad y lo destruirá: «Entonces se manifestará aquel malvado, a quien el Señor Jesús derrocará con el soplo de su boca y destruirá con el esplendor de su venida.
La conclusión es que Cristo no ha venido, porque no ha llegado destruyendo al hombre de maldad. Pero ciertamente podría haber venido en cualquier momento, aun en el contexto de 2 Tesalonicenses, y destruido inmediatamente al emperador romano que reinaba en ese momento (pues los emperadores romanos alegaban regularmente ser dioses dignos de adoración, y e! propio Juan dijo que «muchos son los anticristos que han surgido ya», 1ª Jn 2: 18).
Le doy gracias a Dios que he manejado durante treinta años sin ningún accidente mayor de automóvil, y oro y espero que no experimente ninguno, pero todavía me ajusto el cinturón de seguridad cada vez que entro al carro. Me preparo para un acontecimiento que pienso es poco probable, pero que sin embargo es posible. De manera similar, pienso que muchas señales tendrán que cumplirse de manera aun más notable, y que es poco probable que Cristo regrese en los próximos días o semanas.
De hecho, escribo este libro, que no se publicará en muchos meses, bajo la suposición de que Cristo no habrá regresado para entonces. No obstante, frecuentemente examino mi corazón y mi vida para ver si hay algo de lo que me avergonzaría cuando Jesús regrese, porque quiero estar preparado para su regreso en cualquier momento, aun en el momento que no espero.
PREGUNTAS PARA APLICACIÓN PERSONAL
1. Antes de leer el capítulo, ¿cree usted que Cristo podría regresar en cualquier momento? ¿Cómo afecta eso su vida cristiana? ¿Ahora qué piensa usted? Si su punto de vista ha cambiado, ¿qué efecto tendrá esto en su propia vida?
2. ¿Por qué piensa que Jesús decidió dejar el mundo por un tiempo y entonces regresar, en lugar de quedarse en la tierra tras su resurrección y predicar el evangelio a través del mundo él mismo?
3. ¿Anhela ahora intensamente el regreso de Cristo? ¿Ha sentido en el pasado un anhelo mayor? Si no tiene un muy fuerte anhelo por el regreso de Cristo, ¿qué factores en su vida piensa que contribuyen a esa falta de añoranza?
4. ¿Alguna vez decidió no emprender un proyecto a largo plazo porque pensó que el regreso de Cristo estaba cerca? ¿Tiene alguna vacilación ahora sobre proyectos a largo plazo a causa de esta razón? Si es así, ¿piensa que la vacilación tiene alguna consecuencia negativa en su vida?
5. ¿Está listo para el regreso de Cristo hoy? Si supiera que él va a volver en 24 horas, ¿qué relaciones o situaciones querría usted fortalecer antes de su regreso? ¿Piensa que el mandato de «estar listos» significa que usted debía intentar fortalecer esas cosas ahora, aun si piensa que es poco probable que él regrese hoy?
TÉRMINOS ESPECIALES
Escatología, escatología general, escatología personal, inminente, parusía, segunda venida de Cristo
PASAJE BÍBLICO PARA MEMORIZAR

1ª Tesalonicenses 4: 15-18: Conforme A Lo Dicho Por El Señor, Afirmamos Que Nosotros, Los Que Estemos Vivos Y Hayamos Quedado Hasta La Venida Del Señor, De Ninguna Manera Nos Adelantaremos A Los Que Hayan Muerto. El Señor Mismo Descenderá Del Cielo Con Voz De Mando, Con Voz De Arcángel Y Con Trompeta De Dios, Y Los Muertos En Cristo Resucitarán Primero. Luego Los Que Estemos Vivos, Los Que Hayamos Quedado, Seremos Arrebatados Junto Con Ellos En Las Nubes Para Encontrarnos Con El Señor En El Aire. Y Así Estaremos Con El Señor Para Siempre. Por Lo Tanto, Anímense Unos A Otros Con Estas Palabras.